Los culturistas fueron los primeros en reinvindicar el derecho al sueño, y son personas que siguen unas dietas muy estrictas para reducir su porcentaje de grasa corporal y favorecer el aumento de masa muscular, esta hormona se considera una sustancia dopante porque ha sido utilizada por sus propiedades lipolíticas y anabólicas para perder grasa y ganar músculo. Con los años, todos los atletas de diferentes especialidades han encontrado en el sueño la solución a sus problemas de rendimiento. Muchas corredoras de élite, muy delgadas, confiesan con orgullo que duermen más de 12 horas al día, porque han incluido en su entrenamiento una siesta de hasta dos o tres horas.